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martes, marzo 30

UNA HISTORIA DE AMOR...Y UN POEMA

Una historia de amor y...un poema.

Inesperadamente un día...recibí la visita del amor. Fue de tal intensidad que la llama tanto tiempo apagada... prendió de sus cenizas con enorme fuerza  y lleno mi alma de algo ya olvidado por los fracasos de una vida ya en declive pero con ella...con ella supe del amor y la felicidad.Supe de esperar y morir por su ausencia, de desearla como nunca desee cosa alguna. De soñarla y vivir, de tocar su cuerpo y desde ese primer instante...mis manos siempre, siempre, pregutan por su piel.De llevar sus ojos prendidos en los mios y su preciosa risa se encadenó a mi de tal  manera...que oirla es saber que el cielo me rie.En el fulgor de su mirada...en el mirar de sus ojos casi verdes vi la intensidad y la belleza de nuestro mediterráneo y...me enamoró.
Desde entonces...la amé sobre todas las cosas de la vida.

Hoy su corazón y su amor volaron a un amor nuevo. Un amor sin las urgencias y los "prontos" de mi corazón desesperado por las ausencias. Daria media vida por poder volver atrás y renuciar a la vehemencia de mi corazón y poder recoger los frutos de la espera.
El amor sigue en mi con la misma fuerza. con el mismo desespero pero...me perdí en infinidad de quejas y...la perdí a ella.
Hoy solo me quedan retazos de lo que fueron aquellos tiempos, me quedan sus maravillosos poemas que con su maestria describia el estado de su corazón.

Quiero que todo aquel que me lea...piense en lo afortunado que fuí al conocerla y amarla y lo tonto que llegó a ser este  corazón mio al perderla.

Este es uno de aquellos poemas que consevo con mimo y cada vez que vuelvo a releerlo...me conmueve como la primera vez que lo leí.

La amé, la amo y la amaré mientras mi vida sea vida.


HUELE A MAR.

Presiento los días felices
de rayos de sol en la almohada.
de te quieros sonrientes,
de caricias con el alba.

Oigo el rumor de las olas
a través de la ventana
y el salpicar de la espuma
casi alcanza nuestra cama.

Huele a mar...mar tranquilo y sosegado.
Mar eterno,
que confunde su turquesa
con el azul del cielo.

Los días frios de enero
se templan con nuestros besos.

Huele a mar.

Desde que somos nosotros...
desde que te siento en mi...
todo mi mundo huele a mar.
Estamos en casa
al fin.