Tus palabras quemaron mi alma.
El día que tus palabras quemaron mi alma...
Quise borrar los árboles, el crepusculo y los latidos de la vida.
No quise refugiarme en la memoria, dialogar con el dolor y con cada
piedra de la playa para después...
esconder mi desden en lo más profundo del silencio.
Expulsar de mis noches los sueños para que llegaran
freneticas y desapacibles vueltas en la cama.
Llorar y llorar con los ojos secos,
gritar blafemias con los labios cerrados
y en mis rencores...renegar del cielo.
Froté mis manos con lijas ásperas intentando
sacar con ellas el tacto de tu piel.
Odié la risas, los cabellos rojos y hasta el olor del mar me molestaba.
El día que quemaste mi alma...
Quise que el sol se ocultara, que lloviera a cántaros
que bramara el mar y que el mundo en represalia me gritara con todas sus fuerzas
para así poder escupir con odio y rabia sobre la estatuas de lo dioses.
Ya ves mujer...todo eso quise hacer pero...
No pude, ese día...tus palabras quemaron mi alma